La danza de las Musas es la fuente del
ritmo universal, de la armonía del mundo. Es un templo vivo. Ellas nos hacen un
presente y acuden a nosotros cuando encuentran que nuestros ritmos, es decir
nuestros gestos internos, se acompasan con el ritmo universal. En realidad
nunca se han ido ¿adónde van a ir? Nacen con nosotros y permanecen siempre,
como una posibilidad que en cualquier momento se puede actualizar. Cuando a
causa de nuestros despistes el movimiento armónico y la circulación libre de
esos ritmos, y de esa danza, se interrumpen, entonces nos salimos fuera del
círculo mágico, donde solo hay ruido, "llanto y rechinar de dientes". Francisco Ariza
https://franciscoariza.blogspot.com/
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